El Dr. Josep Mª Rourera Alió nació en
Alcoletge, a pocos kilómetros de Lleida, de donde su padre era médico titular.
Cursó bachillerato en Vic (la familia se había trasladado cuando el Dr. Rourera
Pla obtuvo la titularidad de Sant Vicenç de Torelló hasta su fallecimiento por
ataque al corazón en 1950) y curso medicina en la Facultad de Barcelona,
residiendo en la residencia de estudiantes "Ramón Llull".
Al terminar la carrera fue médico residente,
durante algo más de un año de la Maternidad de Barcelona, formándose en
Pediatría. De allí pasó a ejercer suplencias en varias poblaciones. Ejerció
como titular en Tiana, gracias a un concurso para disidentes obtuvo la
acreditación de Pediatra en unas pruebas que se hicieron al crearse las plazas
de pediatras domiciliarios (jocosamente denominados Pediatras peatones).
Realizaba reuniones con otros profesionales en
Restaurante Miramar de Badalona.
Se estableció en Badalona a principios de 1959,
en su consulta de calle Arbres 33 – 35, donde ejerció como pediatra, hasta
agravarse la enfermedad que le llevó a la muerte en agosto de 2005.
Dio conferencias en la Maternidad Provincial de
Barcelona, sobre investigaciones de diagnóstico, junto al Dr. Pons, en
una época en que no se contaba, ni mucho menos, con las posibilidades técnicas
con que se cuenta hoy, y charlas sobre vacunas, que eran su gran tema, en una
asociación cultural de Badalona.
Tuvo múltiples aficiones. La música ante todas.
Ya en su época de estudiante acudía , con toda la frecuencia que podía
permitirse, a los conciertos matinales de los domingos en el Palau
de la Música de Barcelona. Continuó luego, cuando le interesaba y
podía yendo al Palau , y más adelante al Teatro Nacional y alguna que
otra vez al Liceo.
Tomó, incluso, junto a alguno de sus hijos,
clases de piano, impartidas por el organista de la Parroquia, mosén Vives.
Leía mucho: Historia, literatura, ensayo,
filosofía, biografía... y , naturalmente, revistas y textos
médicos.
Pintó al óleo una temporada. Se aficionó
también a la fotografía, incluso tuvo un pequeño laboratorio de revelado.
Siempre le gustaron las plantas. Tuvo algunas poco corrientes, asesorado por el
abuelo jardinero de unos pacientes. Cultivaba un pequeño huerto en su casa de
la Conreria.
Información facilitada por su esposa Adelaida
Fort Vda. de Rourera, agosto de 2019
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